Mario Corea Arquitectura

El concepto principal es la naturalización de la Biblioteca. Dentro de un entorno urbano de gran escala “gris”, se busca una biblioteca introspectiva que mira una serie de patios verdes, vinculados a una serie de plataformas espaciales que marcan una secuencia tridimensional la cual define la Biblioteca.

Los patios y terrazas se convierten en espacios de visión de superficies verdes, como continuidad de las zonas de lectura interiores, tanto en la Biblioteca de adultos como en la de niños. De esta forma y en determinadas épocas del año con las cristaleras abiertas, se tendrá una percepción de estar en el exterior.

Además de la relación con el exterior de los patios, la fachada translúcida del edificio tiene espacios puntuales transparentes (cristaleras) de visión y comunicación puntual con el entorno, visiones enmarcadas y especificas de la ciudad.

Siempre planteamos que la planta es una organización del programa en horizontal, pero que es la sección la que construye el espacio, estableciendo simples y dobles alturas, y siendo la luz la que califica la arquitectura.
En la Biblioteca la luz natural es la protagonista. Las fachadas en u-glass blanco inundan el edificio de una luz suave, especialmente grata para la lectura. A su vez la luz natural también llega a través de los patios interiores, tratados con cristales transparentes, permiten disfrutar del verde de los mismos.

Al mismo tiempo, por la noche la Biblioteca es una caja de luz, una lámpara urbana.

El proyecto, a partir de una geometría universal: “el cuadrado”, a través del material de los patios y del arbolado, intenta ser un proyecto con personalidad y de fuerte impacto visual en el entorno, manifestándose como un equipamiento de primer orden, claramente distinto y singular frente al denso tejido residencial que lo envuelve.

El programa de la biblioteca está planteado en cuatro niveles, articulados por dobles alturas y patios, siguiendo la organización y las relaciones establecidas en el programa funcional.