Mario Corea Arquitectura

Situado en un distrito densamente poblado de Barcelona, el Estadio Olímpico de Béisbol es un ejemplo de la estrategia de desarrollo de los Juegos Olímpicos de 1992, que se entendió como una oportunidad para proporcionar instalaciones deportivas en todo el área metropolitana. La situación, un enorme lote periférico vacío rodeado por bloques masivos de viviendas públicas y un complejo hospitalario, dio lugar al concepto de estadio como una megaforma capaz de reestructurar el sitio. El plan tradicional de estadios de béisbol americano resultó ventajoso tanto arquitectónicamente como urbanísticamente: el vértice del campo en forma de V está en alineación directa con la esquina, donde se localiza la entrada, mientras que los soportes se organizan en los dos brazos que se extienden hacia fuera y son las fachadas de la calle. La calidad expresiva del hormigón prefabricado fue explotada con un simple techo metálico que cubre los stands. Se incluyó en la comisión el desarrollo de otras instalaciones deportivas en el sitio, consolidando su redefinición como centro deportivo para atender a los residentes de viviendas cercanas.